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martes, 6 de abril de 2021

Ecosistema (IV) Matorrales

Nombres:
Dado que ocupa alrededor del 30% del país con una amplia distribución, existen una gran cantidad de matorrales con diversa composición y estructura. Entre los nombres que se han utilizado están: matorral xerófilo (seco), cardonales, tetecheras, izotales, nopaleras, matorral espinoso, matorral inerme (sin espinas) parvifolio (hojas pequeñas), magueyales, lechuguillales, guapillales y chaparrales. INEGI (2005) los divide en los siguientes por orden de extensión:

Matorral desértico micrófilo (de hojas diminutas) 
Matorral desértico rosetófilo (de hojas en forma de roseta) 
Matorral sarcocaule (de tallos gruesos) 
Vegetación halófila (de suelos con sales) 
Matorral espinoso tamaulipeco 
Mezquital (dominado por mezquites) 
Matorral submontano 
Matorral sarco-crasicaule (de tallos carnosos) 
Vegetación de desiertos arenosos de desiertos arenosos 
Matorral crasicaule (de tallos carnosos) 
Matorral subtropical 
Matorral sarco-crasicaule de neblina 
Matorral rosetófilo costero 
Vegetación gipsófila (de suelos con yeso) 

Descripción:
Comunidades vegetales dominadas por arbustos de altura inferior a 4 m. Son propias de climas secos con lluvias escasas y zonas frágiles que favorecen la desertificación. En realidad son el grupo más diverso de comunidades vegetales. La composición de especies cambia con la región. Existen variantes de matorrales dependiendo del grupo de especies más abundante. En algunos predominan plantas suculentas y con hojas gruesas, en otros las plantas tienen hojas muy pequeñas o las pierden, o tienen espinas, lo cual les da aspecto diferente, por ejemplo, los matorrales de Tamaulipas tienen aspecto diferente a los de Coahuila y a su vez a los de Baja California y así sucesivamente.

Distribución:
Cubren el 29.7% del país (576, 747 km²), desde el nivel del mar hasta 3,000 msnm pero generalmente por debajo de esta altitud. Habitan principalmente en el norte del país, desde Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Durango, Zacatecas, y en parte en los estados de San Luis Potosí, Durango y Guanajuato. Hacia el Norte también en Chihuahua, Sonora y Baja California. Parte de los estados de Puebla y Oaxaca en el Valle de Tehuacán Cuicatlán también albergan matorrales.

Áreas naturales protegidas
Clima:
Habitan climas áridos y semiáridos que pueden variar desde muy caluroso en las planicies costeras hasta relativamente fresco en las partes altas. En zonas con precipitación inferior a 700 mm y con 7 a 12 meses secos por año, en amplias extensiones su precipitación es de 300 a 400 mm. La temperatura promedio de 12 a 26° C.

Flora y fauna:


En los matorrales hay una gran variedad de especies, por lo regular hay dos o tres que dominan y en algunos casos un grupo. Abundan familias y géneros muy adaptados a la sequía, como leguminosas, cactos, agaves, euforbiáceas, pastos, entre muchas otras. Entre los arbolillos pequeños con tallos gruesos están: izotes (Yucca periculosa, Y. filifera y otras) y palo verde (Parkinsonia microphylla), pata de elefante (Beaucarnea gracilis), torote (Bursera microphylla) y tenaza (Havardia pallens). En Baja California habitan también el cirio (Fouquieria columnaris), copalquín (Pachycormus discolor), palo fierro (Olneya tesota) y otras. Hay arbustos espinosos como el amargoso (Castela tortuosa), granjero (Celtis pallida), huizache (Acacia farnesiana), limoncillo (Zanthoxylum fagara), mezquite (Prosopis juliflora, P. laevigata), ocotillo (Fouquieria splendens), tullidora (Karwinskia humboldtiana), zarza (Mimosa leucaenoides) entre otros.

En la variante Tamaulipeca también cruceto (Randia aculeata) y gavia (Acacia amentacea) entre otras. Otros arbustos con hojas muy pequeñas son el acebuche (Forestiera angustifolia), afinador (Mortonia greggii), anacahuita (Cordia boissieri), candelilla (Euphorbia antisyphilitica), candelilla o gallito (Euphorbia lomelii), cenizo (Encelia farinosa, Leucophyllum ambiguum), corva de gallina (Neopringlea integrifolia), gobernadora (Larrea tridentata), hierba del burro (Ambrosia dumosa), huajillo (Acacia berlandieri), ocotillo u olivo (Gochnatia hypoleuca) entre muchos otros.

En la variante de matorrales suculentos predominan los cactos grandes de tallo aplanado como las nopaleras y de tallo cilíndrico como las cacto aterciopelado (Bergerocatus emoryi), cacto viejito (Cephalocereus senilis), cardones (Pachycereus pringlei), chollas (Cylindropuntia cholla), pitaya agria (Stenocereus gummosus), pitaya dulce (Stenocereus thurberi), sahuaro (Carnegia gigantea), senita (Lophocereus schottii), tetechos (Neobuxbaumia tetetzo) y algunos pequeños como el cacto chaute (Ariocarpus fissuratus) y el cacto estrella (Astrophytum asterias) entre muchas otras.

En algunas regiones existen plantas adaptadas a suelos muy salinos o yesosos como alfombrilla (Abronia maritima), chamiso (Atriplex canescens), hierba reuma (Frankenia gypsophila y F. salina), lomboy (Jatropha cinerea), romerito (Suaeda spp.), verdolaga (Sesuvium spp.), vidrillo (Batis maritima), zacate (Eragrostis obtusiflora) entre otras.

Aunque no lo parezca, en los matorrales habitan gran cantidad de mamíferos, algunos de los más vistosos son berrendo (Antilocapra americana), borrego cimarrón (Ovis canadensis), coyote (Canis latrans), gato montés (Lynx rufus), liebre cola negra (Lepus californicus), mapache (Procyon lotor), pecarí de collar (Pecari tajacu), puma (Puma concolor), tejón (Taxidea taxus), tigrillo (Leopardus wiedii), venado bura (Odocoileus hemionus), zorrita norteña (Vulpes macrotis) y varios murciélagos.

Aves sobresalientes que viven en matorrales guacamaya (Ara militaris), búho cornudo (Bubo virginianus), aguililla cola roja (Buteo jamaicensis), el halcón mexicano (Falco mexicanus), el gavilán palomero (Accipiter cooperi), el caracara quebrantahuesos (Caracara cheriway), la lechuza llanera (Athene cunicularia) y el águila real (Aquila chrysaetos) además el pájaro carpintero (Melanerpes uropygialis), el correcaminos (Geococcyx velox) y otras aves. Entre los reptiles que habitan en matorrales están: coralillo (Micrurus pachecogili), culebra (Thamnophis cyrtopsis), lagartijas (Aspidoscelis parvisocia, Xenosaurus rectocollaris), lagartija de las dunas (Uma paraphygas), tortuga del Bolsón (Gopherus flavomarginatus), víboras o serpientes de cascabel (Crotalus atrox, C. lepidus, C. molossus y C. scutelatus) varios en peligro de extinción.

Servicios ambientales
Entre los servicios ambientales que prestan los matorrales están los de regulación de nutrientes, polinización, control biológico, hábitat, refugio y criadero de especies endémicas, producción de alimentos, combustibles, textiles, medicina y plantas ornamentales. Así mismo proporcionan soporte para actividades culturales, científicas y educativas y tienen valor estético.

Impactos y amenazas
El pastoreo descontrolado es una de las principales causas de deterioro junto con los desmontes para agricultura y ganadería. Esto ocasiona pérdida de la vegetación a causa de la compactación y erosión del suelo. La extracción de especies maderables y explotación descontrolada de plantas como materia prima industrial, por ejemplo para la elaboración de cera, destruye la planta en su totalidad. Existió cacería excesiva y descontrolada especialmente del berrendo y el borrego cimarrón que diezmaron las poblaciones. Adicionalmente la construcción de presas en el río Nazas en el siglo XIX, trajo consigo la desecación de grandes extensiones como las laguas de Mayrán y Tlahualilo.

Estado de conservación
Cerca de 60 millones de hectáreas en el país tienen condiciones naturales de clima y altitud que podrían albergar matorrales, sin embargo, de ellas solamente 44.9 millones de hectáreas tenían matorrales en 1970. Paulatinamente se han sustituidos por terrenos agrícolas o pecuarios. En 2002 la superficie ocupada por matorrales se redujo a 44.2 millones de hectáreas por la conversión de poco más de 607,000 hectáreas a terrenos agrícolas o pecuarios y la degradación de alrededor de 202,000 hectáreas a matorrales secundarios.

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