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viernes, 30 de abril de 2021

Contaminación de agua (II) CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS CONTINENTALES

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el agua está contaminada cuando su composición o su estado natural se ven modificados, de tal modo que el agua pierde las condiciones aptas para los usos a los que estaba destinada. Así pues, un agua contaminada presenta alteraciones en sus propiedades físicas (temperatura, color, densidad o radiactividad) y químicas (composición), que resultan perjudiciales para un uso posterior, como el consumo humano, o para su función ecológica.

El 72 % de los ríos, lagos y arroyos del mundo están contaminados por vertidos urbanos o industriales. Por otra parte, más de la mitad de las enfermedades infecciosas conocidas dependen del agua para su transmisión, pues los agentes patógenos se desarrollan en las aguas insalubres. Estas aguas son a menudo las únicas disponibles para la población, por lo que el agua mata al menos 25 millones de personas al año en los países en vías de desarrollo.

Causas de la contaminación
Los principales causantes de la contaminación del agua son:
Los vertidos de aguas residuales urbanas . Todas las ciudades y zonas urbanizadas generan residuos que van a parar al agua. Dentro de los vertidos urbanos pueden diferenciarse: las aguas domiciliarias (con productos de limpieza, jabones, materias grasas, otros restos de la cocina, arenas y papel del lavado de locales), las aguas negras procedentes de la defecación de las personas (12 a 15 litros por habitante y día), las aguas de la limpieza viaria y riego, y las aguas de lluvia, de características variables según la contaminación atmosférica.

La composición de estos vertidos es variada, pero, en general, contienen gran cantidad de microorganismos (algunos patógenos), materia orgánica, abundantes nutrientes (fósforo y nitrógeno), detergentes y materias flotantes.
Los vertidos industriales. Numerosas industrias utilizan agua para diferentes fines (procesado, refrigeración, transporte, etc.), por lo que las características de susvertidos son muy variadas. Algunas industrias son especialmente contaminantes. Por ejemplo, el refinado de petróleo genera aguas con residuos químicos, cianuros, grasas, fenoles, sólidos, materiales tóxicos diversos y álcalis que aumentan el pH. La industria metalúrgica produce vertidos de similares características y agua caliente. Las industrias del papel, de los curtidos de pieles y de textiles vierten aguas en las que predominan los residuos químicos orgánicos, los sólidos, los detergentes y algunas sustancias tóxicas. Por último, las industrias químicas y farmacéuticas pueden emitir sustancias realmente peligrosas, como metales pesados y material químico tóxico y biológico, si no se someten a un control exhaustivo.


Muchas industrias de países desarrollados construyen sus fábricas en países del Tercer Mundo en los que hay menos controles ambientales. De esta forma exportan el problema de sus vertidos.

Los vertidos de las explotaciones ganaderas. Las explotaciones ganaderas pueden aportar al agua grandes cantidades de estiércol y purines. En estos vertidos destaca la presencia de contaminantes, como microorganismos patógenos, sólidos en suspensión, materia orgánica, nitrógeno y fósforo.

Los vertidos de aguas residuales agrícolas. Las aguas residuales agrícolas contienen fertilizantes inorgánicos, abonos, plaguicidas diversos y sales disueltas en el agua de riego.

Otras causas. El uso de embarcaciones a motor con fines recreativos o para el transporte puede disminuir la calidad del líquido por la presencia de hidrocarburos y por la agitación del agua, que afecta al plancton.

La construcción de presas que retienen el agua de los ríos modifica su caudal y provoca alteraciones en el medio acuático.

Las explotaciones mineras también vierten compuestos contaminantes, sobre todo metales. Los más destructivos son el cobre, el cadmio, el cinc, el plomo y el mercurio.

El aporte de los vertidos al agua puede producirse en un lugar concreto, y entonces se habla de fuentes puntuales de contaminación. Este es el caso de la mayoría de los efluentes de las fábricas, de las plantas de tratamiento parcial de aguas residuales urbanas, de las minas o de la lixiviación de los vertederos. En el caso de una descarga de contaminantes sobre una región extensa, se habla de fuente dispersa. Este tipo de vertidos procede principalmente de las explotaciones agrícolas y ganaderas.

POTABILIZACIÓN DEL AGUA
Es el conjunto de procesos físico-químicos que transforman el agua "natural" en agua potable, apta para el consumo. El tratamiento dependerá de la naturaleza y calidad del agua de partida. Se realiza en Estaciones de Tratamiento de Aguas Potables (ETAP).

Los principales procesos que se pueden dar en una planta potabilizadora son:

1. Desbaste y tamizado. Así se eliminan la mayor parte de materiales sólidos más gruesos. Se realiza mediante una serie de rejas y tamices autolimpiables de tamaños cada vez más finos.

2. Decantación. Tiene como finalidad la eliminación de partículas sólidas en suspensión mediante la adición de agentes floculantes (alumbre) que producen la precipitación de material particular.

3. Aireación. Se trata de poner en contacto el agua con el aire para eliminar sustancias volátiles (CO2, H2S) y oxidar algunos elementos como Fe y Mn.

4. Filtración. Consiste en la retención en un medio poroso de las partículas más finas que se mantienen en suspensión. Se suelen utilizar los filtros de arena.

5. Desinfección. Para hacer el agua potable es necesario eliminar todos los organismos patógenos de transmisión hídrica. El procedimiento más usual es la cloración, pues el cloro tiene acción germicida, oxidante, elimina las algas y destruye compuestos que producen olor y sabor. En la actualidad se utiliza una desinfección mixta con ozono.



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