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martes, 5 de diciembre de 2017

¿Por qué el sistema inmunológico de la madre no rechaza al feto?

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York hicieron un importante descubrimiento que responde parcialmente a la pregunta de por qué el sistema inmunológico de la madre no rechaza al feto como untejido extraño.

“Nuestra investigación aborda una cuestión fundamental en los campos de la inmunología de trasplantes y la biología reproductiva: ¿cómo el feto y la placenta, que expresan antígenos extraños a la madre, evitan que el sistema inmunológico de la madre los rechace?”, explicó Adrian Erlebacher, miembro del Instituto de Cáncer del Centro Médico de Langone.

Proceso de apagamiento

Una característica central de la defensa inmunológica contra tejidos extraños (trasplantados y patógenos) es la producción de quimiocinas que reclutan en un determinado lugar a varios tipos de células inmunes, incluyendo las T activadas.

Como la mitad de los genes de un feto ha sido heredada del padre, podría ser considerado extraño por el sistema inmunológico de la madre, como si fuera por ejemplo un órgano trasplantado. Pero, como esto no sucede, los investigadores se preguntaron si la formación del embrión “apaga” un canal que convoca a las células inmunes a una ubicación específica para atacar a los cuerpos extraños.

Así, los investigadores revelaron que la generación de un embrión cambia el recubrimiento de ciertos genes en las células del estroma de la decidua (la estructura que recubre al feto y la placenta), volviéndola impermeable a las céludas inmunes, que llegan así sólo hasta la capa media de la pared uterina (miometrio).

Este cambio en la cobertura del ADN (llamada modificación epigenética) desactiva o “silencia” los genes de las llamadas quimioquinas, unas pequeñas proteínas de señalización celular encargadas de llamar a las células T a un determinado lugar.



Complicaciones del embarazo
“Estos resultados revelan la modificación epigenética de las quimiocinas en las células del estroma para inhibir que las células T activadas sean atraídas al útero”, explicó el Dr. Erlebacher. La regulación inadecuada de este proceso, agregó, podría generar complicaciones en el embarazo, como parto prematuro, aborto espontáneo o preeclampsia.

Erlebacher explicó que los resultados podrían permitir, además, analizar cómo sobreviven los tumores y tener diversas implicaciones en enfermedades autoinmunes, trasplantes de órganos y embarazos.

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