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miércoles, 26 de octubre de 2016

Carne artificial

El conjunto de investigación científica logró cultivar una cantidad considerable de carne consumible, esto significaría que estamos cerca de crear alimentos cárnicos sin la necesidad de matar seres vivos de manera industrial.

Uma Valeti, director ejecutivo de la empresa Meats explicó el proceso que llevaron acabo, “se toman células identificadas de un determinado animal que son capaces de regenerarse a sí misma, entonces a estas células se les proporciona oxígeno y nutrientes como azúcares y minerales”.

Según el portal, el grupo de investigadores está trabajando en la elaboración de carne de res, pollo y cerdo, pues son las que más se consumen en el mundo, además de tener un grado más amplio de afectación con el medio ambiente.

Nuestro objetivo es llegar a los restaurantes en tres años y comenzar con las ventas al menos en cinco años. En 2021 esperamos estar dentro del negocio y hacer una diferencia, el proyecto es sostenible y está libre de crueldad , concluyó Valeti.


La carne artificial ya es una realidad desde que el científico holandés Mark Post, de la Universidad de Maastricht, presentó en agosto en un laboratorio de Londres la primera hamburguesa artificial, fabricada con células madre de vaca. Pero una vez superado el reto científico, la incógnita que se plantean los expertos es: ¿tiene semejante producto futuro en el mercado?

Cuestión de sabor
La tarea de convencer al público para que consuma un producto como este no es sencilla. El propio Post y su equipo reconocen que queda un arduo camino para que se convierta en una delicatesen habitual en el menú de cada día. Y el primer obstáculo al que se enfrenta la hamburguesa artificial es conseguir que: “Tenga la misma apariencia, la misma consistencia, y tal como esperamos, el mismo sabor que la tradicional”, afirma Post.

Y es que el sabor de la carne artificial, de momento, dista de ser tan exquisito como el de la natural. De hecho, los prestigiosos críticos culinarios que tuvieron ocasión de degustar la primera hamburguesa de laboratorio creada por Mark Post, afirmaron que le faltaba jugo y que su color estaba bastante lejos de resultar realmente apetitoso.


Pero incluso una vez superado este obstáculo, los problemas siguen siendo considerables. Uno de ellos, y no precisamente desdeñable, sería el de conseguir un precio realmente competitivo. Si tenemos en cuenta que la que podríamos llamar hamburguesa-piloto de Post costó el equivalente a un cuarto de millón de euros, parece claro que aún queda un largo camino hasta lograr que la burguer artificial sea realmente asequible al bolsillo del consumidor. Así lo expresa el biólogo Vicente Mirabet, quien se pregunta: “¿Cuántos kilos de carne para hamburguesa se podrían obtener con los métodos tradicionales con los 250.000 euros que gastó Post en su experimento? Mi opinión”, asegura Mirabet, “es que la optimización de la producción de animales en granjas es mucho más fácil de asumir y más rentable que conseguir unos cientos de millones de mioblastos en el laboratorio para hacer una sola hamburguesa. Yo pienso que la ingeniería tisular de momento puede aplicarse para la elaboración puntual de nuevos alimentos. La producción industrial de alimentos en el laboratorio tendrá que esperar muchos años”.

También escéptico se muestra David Román, presidente de la Unión Vegetariana Española. En un principio, al movimiento vegano le parece bien la introducción de un sustituto cárnico que evite el sacrificio de animales. Pero para los vegetarianos surgen otras dudas. Tal y como expone Román, si al final se consigue abaratar la carne producida en laboratorio, podría darse el caso de que la carne real se convierta en un alimento para ricos y la artificial para pobres. Por si lo anterior fuera poco, Román duda también de su calidad nutricional: “Si no me equivoco, las fibras musculares de donde se ha obtenido la muestra estarían exentas de hierro. Lo mismo sucedería con otros nutrientes. Solo contendría aquéllos que se aporten al cultivo, y habría que ver qué sustancias son”.



Multiplicar los controles sanitarios
Frente a tales recelos, los defensores de la carne artificial afirman que esta puede ser tan nutritiva como la natural. Así, en EEUU, el nutricionista del Hospital Jackson Memorial de Miami Benjamin Oliver ha sopesado también los posibles riesgos y ventajas de la carne in vitro, y su conclusión es favorable. “Se eliminan las contaminaciones bacterianas y está libre de hormonas del crecimiento. Al excluir casi por completo la grasa, garantiza una menor proporción de colesterol”.

Pero aun así, queda una cuestión trascendental: la de los controles sanitarios. “Los alimentos para consumo humano”, explica el biólogo Vicente Mirabet, “requieren unas garantías de calidad desde el punto de vista sanitario que exigirían unos minuciosos controles y salas de estricta monitorización medioambiental que encarecerían su producción”. 

En la misma línea incide Manuel Collado, investigador del laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento del Hospital Clínico de Santiago, quien se cuestiona su seguridad alimentaria: “Hay que tener en cuenta que se trata de ingerir tejido vacuno que parte de células vivas pluripotentes con capacidad tumoral y mantenidas con factores de crecimiento y agentes con capacidades no testadas para su consumo”, explica el experto. “Si la introducción de cualquier nuevo alimento requiere de unos estrictos controles de seguridad alimentaria y debe superar unos rigurosos tests que se demoran muchos años, aprobar para su consumo un producto generado con múltiples componentes no destinados al consumo humano y de acción incierta parece un proceso insalvable.”

Como colofón a esta ronda de objeciones, hay que resaltar la opinión del presidente de la Academia Española de Nutrición, Lluís Serra. En un curso de verano en la Universidad de Cantabria, cuando valoró la alternativa de los alimentos creados a partir de células madre, dijo: “No es el momento oportuno de poner en entredicho la carne natural cuando la ganadería y la agricultura han hecho grandes esfuerzos para ofrecer un nivel de calidad muy bueno. La hamburguesa artificial está bien como iniciativa o ejemplo de lo que se puede llegar a hacer en la producción de alimentos, pero no creo que de este experimento se puedan extrapolar realmente modelos de fabricación de alimentos para el futuro”.

Big mac contra el calentamiento global
Pese a todos estos obstáculos, el profesor Post confía en que dentro de unos diez o quince años la carne artificial podrá introducirse en el mercado. Entre los argumentos a favor, el “padre” del producto y su mentor, el cofundador de Google Sergei Brin, esgrimen sus ventajas ecológicas. Dicen que si llegara a conseguirse una producción masiva, se contrarrestarían los efectos de la industria de la ganadería, causante, según ellos, del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero. De este modo, se aliviaría el calentamiento global. La segunda razón la da una previsión de Naciones Unidas alarmante: para 2050 se duplicará la demanda de carne en el mundo, y la escasez de ganado y pastos para entonces parece irremediable. De hecho, la primera hamburguesa presentada logró reducir en un 90% la necesidad de tierra y agua para producir el alimento, y en un 70% la energía total que se habría empleado en el caso de una natural. Bastarían, según Mark Post, unas cuantas granjas de animales donantes, una cifra infinitamente menor que los que se sacrifican en los mataderos cada día, para obtener suficientes células madre para cultivar esta carne. Además, la producción de este tipo de vianda no resulta demasiado compleja desde el punto de vista técnico, tal y como confirma Vicente Mirabet –cofundador de Tisulab, el primer banco español de células y tejidos para uso veterinario–, quien ya hace años contactó con algunos colaboradores de Ferran Adrià para sugerirles la posibilidad de aplicar metodologías de ingeniería tisular para la obtención de alimentos.


También se muestran favorables en un principio (aunque con algunas reservas), los miembros de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA). Su portavoz, Paul Shapiro, ha llegado a decir que: “Si se consiguiese en cantidades comerciales, no solo no encontraríamos objeciones éticas, sino que sería el acontecimiento más importante en los 10.000 años de agricultura”.

Apelar a las emociones del consumidor
En el caso de que esto fuese así, la siguiente pregunta iría para los sectores más afectados, los carniceros. ¿Estarían dispuestos a renovar su oferta? Patxi Goñi Indurain, presidente del Gremio de Carniceros de Navarra y Vicepresidente de la confederación CEDECARNE, no ve una amenaza para las carnicerías. “Nuestros establecimientos proporcionan al consumidor la carne que este demanda en cada momento, con independencia de si se produce en una granja o en un laboratorio. Con respecto a las afecciones medioambientales, la carnicería tradicional apuesta por comercializar este tipo de carnes, cuyos procesos de producción son beneficiosos para el equilibrio ecológico”.

Además, frente a las reticencias, el artífice Mark Post apela a las emociones del público. “Si en el futuro encontraras en el supermercado bandejas de carne saludable y muy apetitosa, que se venden además a un precio bastante razonable, junto a otras bandejas con un etiqueta que pusiera ‘Advertencia: Un animal ha sufrido para la elaboración de este producto’, ¿por cuál te decantarías?” Pero él lo ha dicho: es futuro. Y como dictamina Patxi Goñi: “No hay atajos para crear un buen vino o una buena carne. Los amantes de la carne seguirán pidiendo un producto de calidad, variado y personal, y no un simple sucedáneo”.

lunes, 24 de octubre de 2016

El récord de emisiones de CO2

Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre ya superan consistentemente la simbólica marca de 400 partes de CO2 por cada millón de moléculas (ppm).Y todo indica que se mantendrán así "durante muchas generaciones", advirtió la Organización Meteorológica internacional (OMI) en su último informe.


La simbólica marca -que muchos científicos creen es prueba irrefutable de la responsabilidad humana sobre el cambio climático- ya había sido superada por primera vez en la historia moderna el año pasado.

Pero, según la OMI, todo indica que 2016 va a ser el primer año completo en superarla, en buena medida por causa del reciente fenómeno de El Niño.



"Las condiciones de sequía en las regiones tropicales provocadas por El Niño redujeron la capacidad de la vegetación para absorber CO2", explicó Matt McGrath, corresponsal para temas ambientales de la BBC.

"Y los fuegos provocados por las condiciones secas también produjeron emisiones adicionales", agregó el experto. La Organización Meteorológica internacional, sin embargo, advirtió que si bien el factor El Niño ya desapareció, no sucede lo mismo con el impacto humano en el cambio climático. "Y si no se aborda el problema de las emisiones de CO2 no se puede combatir el cambio climático y mantener el aumento de temperatura en menos de dos grados centígrados con respecto a la era industrial", dijo el secretario general de la organización, Petteri Taalas.



Según los expertos, la última vez que los niveles de CO2 estaban regularmente por encima de los 400 ppm fue hace cinco millones de años.

Y, antes de 1800, los niveles se mantenían en aproximadamente 280 ppm, según cifras de la oficina nacional de control atmosférico y oceánico de EE.UU., NOAA
Otros gasesEl reporte de la OMI también destacó el crecimiento de otros gases de invernadero, incluyendo metano y óxido nitroso.

En 2015, los niveles de metano eran 2,5 veces superiores a los de la era pre-industrial mientras que el óxido nitroso estaba 1,2 veces por encima de los máximos históricos.

Y el estudio también destacó el impacto del mayor volumen de esos gases sobre el clima del planeta.


Según los datos de la OMI, entre 1990 y 2015 se produjo un aumento del 37% del forzamiento radiactivo, como se conoce al efecto de calentamiento causado por la acumulación de estas substancias derivadas de actividades industriales, agrícolas y domésticas.

En diciembre de 2015 unos 200 países suscribieron en país un acuerdo para combatir el cambio climático y una reunión para decidir los próximos pasos tendrá lugar en Marruecos en noviembre de este año.

Antoni van Leeuwenhoek; El hombre que vio lo invisible

El visionario científico holandés creó sus propias lentes para descubrir el fascinante mundo de las bacterias y los microbios. Esta es su historia
Antoni van Leeuwenhoek era un vendedor de telas. Y no tenía estudios. Pero consiguió convertirse en uno de los científicos más trascendentales de la historia, hasta el punto de ser considerado el padre de la microbiología.

A diferencia de otros eruditos como Galileo Galilei, que se centraron en estudiar los cielos para descifrar el universo, Van Leeuwenhoek apostó por observar el interior del planeta y querer ver lo invisible. El holandés descubrió que estamos rodeados de minúsculas representaciones de vida. Tan pero tan diminutas, que no era posible apreciarlas con los microscopios que existían en su época. Así que este holandés, repetidamente despreciado por sus orígenes humildes y su falta de estudios, se puso manos a la obra para crear sus propios microscopios con lentes extremadamente simples.

En ese momento, Antoni Van Leeuwenhoek aún no era consciente de que su fascinación por las pequeñas cosas le llevaría a descubrir el maravilloso mundo de las bacterias y a convertirse en un formidable cazador de microbios.

Antoni Van Leeuwenhoek elaboró con sus propias manos más de 500 lentes, algunas de las cuales podían aumentar hasta 500 veces el tamaño original de los microorganismos. La mayoría estaban realizados con plata y cobre. Sus microscopios lo convirtieron en uno de los primeros hombres capaces de observar las células, al igual que lo hizo en su momento Robert Hooke. A Van Leeuwenhoek se le adjudican los descubrimientos de los protozoos, las bacterias, la vacuola de la célula y, según algunos expertos, los espermatozoides, a los que llamó «animálculos».

Las cosas nunca no fueron fáciles para Antoni van Leeuwenhoek. Hijo de comerciantes, no tenía el respaldo económico para adentrarse en el entonces elitista mundo de la ciencia. Nació el 24 de octubre de 1632 en la pequeña ciudad de Delft, en la República Holandesa. Su padre, un humilde artesano que se dedicaba a la elaboración de cestas, murió cuando él tenía solo cinco años. Su madre, proveniente de una familia de cerveceros, contrajo matrimonio nuevamente por lo que, el pequeño Antoni, se vio obligado a mudarse a la casa de su tío. Cuando cumplió los 16 años se estableció en Amsterdam, donde consiguió un empleo en una tienda de telas y adquirió la destreza suficiente para montar su propia establecimiento. Antoni Van Leeuwenhoek era un hombre curioso. Su constante interés por la observación lo llevó a utilizar diversas lupas para poder apreciar la calidad de los hilos con las que elaboraba las telas que ofrecía a sus clientes.


Un cazador de microbios
Antoni van Leeuwenhoek no descubrió el microscopio, pero su familiaridad con el procesamiento del vidrio le permitió perfeccionar los cristales hasta conseguir crear su propio equipo de observación. Montó una pequeña lente biconvexa sobre una placa de latón con la que consiguió aumentar el tamaño de las cosas con mayor eficacia que una lupa. Ese peculiar invento fue suficiente para que Antoni van Leeuwenhoek, a través de la observación de una simple gota de agua, pudiera sumergirse en el universo de las bacterias y los protozoos. Su curiosidad era tal que observaba detenidamente cualquier cosa que pudiera colocar debajo de una de sus muchas lentes. Acompañaba sus escritos con las meticulosas imágenes de un ilustrador que contrató para respaldar sus descubrimientos.

Tras desarrollar su peculiar método de observación, Van Leeuwenhoekrecibió el respaldo de Regnier de Graaf, un destacado médico holandés, ante la prestigiosa Royal Society. En una carta sumamente detallada, de Graaf explicaba que la calidad de los microscopios del holandés resultaban muy superiores a todos los que había. La academia inglesa optó por publicar una carta en la que Antoni van Leeuwenhoek explicaba sus observaciones de piezas dentales, picaduras de abejas y diversos piojos. Pese al poco interés de los académicos por valorar el trabajo de un casi analfabeto comerciante de telas, este primer acercamiento con la comunidad científica le permitió dejar evidencia de sus primeros hallazgos. Sin embargo, en 1676 la Royal Society cuestionó la credibilidad de sus observaciones de los organismos unicelulares.

La academia británica no reconoció públicamente el trabajo de Antoni van Leeuwenhoek hasta 1677. Tres años después el científico holandés se sorprendió gratamente con su nominación para formar parte de la prestigiosa institución.

La causa de su muerte, bajo una de sus lentes
Antoni van Leeuwenhoek consiguió monopolizar los estudios microscópicos pero, su hermetismo era tal, que se negó a compartir sus métodos de elaboración de lentes. Grandes personajes de la época como Gottfried Wilhelm Leibniz y el zar ruso, Pedro el Grande, visitaron al observador para interesarse por sus microscopios, pero él no estaba dispuesto a revelar sus secretos, aunque obsequió uno a la reina María II de Inglaterra.

El científico se rehusó también a poner a la venta sus sencillas lentes por lo que tuvieron que pasar cerca de 200 años antes de que alguien fuese capaz de desarrollar una técnica de observación tan precisa y contundente como la de Van Leeuwenhoek.

Durante sus últimos años de vida, Antoni van Leeuwenhoek había reunido más de 500 escritos en los que explicaba sus minuciosas observaciones. Curiosamente, una de sus últimas cartas incluía una descripción detallada de su propia enfermedad, un raro malestar que le provocaba contracciones involuntarias del diafragma y que fue bautizado como enfermedad de Leeuwenhoek. El humilde comerciante que se sumergió en la ciencia gracias a su curiosidad, murió a los 90 años el 26 de agosto de 1723.

Sus microscopios y el barro
Los microscopios que construía Antoni Van Leeuwenhoek se han convertido en objetos históricos. Cuando murió, había unos 500. Hoy solo quedan unos pocos. En el 2009 la galería Christie's subastó uno por 321.000 libras. Pero puede haber más aparatos escondidos en los lodos de los canales de la ciudad de Deft, el lugar de nacimiento del padre de la microbiología.

jueves, 20 de octubre de 2016

Bígaro

Sirve como señal para las mareas

El bígaro, del que se conocen vanas especies, es un caracol marino. Vive en las zonas de subidas y bajadas de las mareas, en donde cada especie ocupa una posición determinada, quedando al descubierto mientras el mar se retira y esperando la marea alta para continuar sus actividades. 

Un dispositivo especial le permite cerrar su concha aprisionando dentro una cantidad de agua de forma que se queda suficientemente hidratado mientras la roca se seca a su alrededor. Este pequeño molusco puede, de esta forma, quedarse varias horas expuesto al sol sin peligro. 

La manera de reptar del bígaro es muy particular, ya que avanza por ondas alternativas de contracción de las partes anterior y posterior de su pie. La respiración se efectúa mediante una branquia plumosa. 

El bígaro es vegetariano y se alimenta de algas y de detritus vegetales. Posee una lengua provista de centenares de minúsculos dientes, la rádula, que le permite triturar los vegetales. 

Los bígaros se encuentran sobre todo en las zonas ricas en fuco. Existe una especie que ha llegado a ser más terrestre que marina, y que permanece en terreno seco durante unos veinte días siendo bañada únicamente por las mareas fuertes. 

Los bígaros tienen muchos enemigos, entre los que destacan las gaviotas, que se los comen con delicia, aprovechando la bajamar. Algunos peces, como las platijas también se alimentan de bígaros durante la marea alta. Es interesante comprobar que algunos bígaros: consiguen atravesar todo el sistema digestivo de una gaviota sin sufrir ningún daño, gracias a un dispositivo de cierre de su concha, perfectamente estanco.

Grupo: Moluscos
Clase: Gasterópodos
Orden: Monotocardios
Familia: Litorínidos
Género y especie: Littorina saxatilis (bígaro)

domingo, 9 de octubre de 2016

Onirología, la ciencia de los sueños

¿Qué soñamos?
Ya hemos explicado que todos soñamos. Entonces, ¿por qué no todos somos conscientes de ello?

Los sueños suelen basarse en nuestras vivencias diarias, deseos, preocupaciones o miedos, adornados con metáforas visuales y auditivas, y son manifestaciones de nuestro subconsciente. 
Por lo tanto, no recordarlos puede deberse a que los censuramos automáticamente por considerarlos obscenos o inmorales. Si solemos reprimirnos en la vigilia, es más probable que ocurra esto al despertarnos.

Otra veces los sueños son olvidados porque nos levantamos (y vivimos) demasiado deprisa, sin tiempo para recapacitar sobre nosotros mismos.
Los que recuerdan sus sueños suelen tener mejor opinión de sí mismos que quienes no lo hacen.
Los niños suelen recordar la mayoría de los sueños porque no tienen problemas ni prisa y no se reprimen. Además saben cómo soñar lo que desean y moverse dentro del mundo onírico a sus anchas.
Ésta es otra capacidad que perdemos al crecer, la de manipular nuestros sueños, una actividad muy divertida y barata. Los adultos que son conscientes de sus sueños y deciden qué hacer en ellos son llamados onironautas. 


Normalmente este colectivo utiliza los sueños para divertirse, igual que el cine, o el teatro, o como inspiración literaria. Éste es el caso de grandes escritores como Mary Shelley, Robert Louis Stevenson, William Shakespeare o Stephen King. No es sorprendente que la gente que se dedica a tareas creativas tenga más facilidad para recordar los sueños.

En algunas pseudociencias creen que estos sueños no son tales, sino viajes astrales. Aquí nos vemos obligados a desmentirlo, es sólo una función fascinante del cerebro.

¿Cómo soñamos?


Existen sueños REM y sueños no REM. Pero, ¿sabemos qué significa esto?
No debemos hacer ejercicio antes de dormir porque nos mantendría despiertos (excepto el sexo, que provoca lo contrario). ¿No te ha pasado alguna vez que te estas quedando dormidos en el sillón y cuando llegas a la cama ya no tenéis sueño?

Quince minutos después de dormirnos tenemos el primer sueño. Mientras dormimos se alternan fases REM (aproximadamente son un 25% del sueño) y fases no REM. Aproximadamente el 50% de los ruidos, brisas, luces, movimientos y otras cosas que hay a nuestro alrededor son integrados a nuestros sueños. 

Después de cada fase REM nos despertamos, pero no somos conscientes de ello. Es en este momento cuando cambiamos de postura, porque NO nos movemos cuando dormimos. Si te mueves en otro momento es porque vuestro cerebro no funciona correctamente. Este trastorno no es grave, pero no es lo normal.

La fase REM fue descubierta en 1953 por un psicólogo americano, llamado William Charles Dement, que estaba estudiando los sueños de los bebés. Este acrónimo significa Rapid Eye Movement, en español Movimientos Oculares Rápidos (MOR). Durante esta etapa aumentan el pulso, la respiración y la presión sanguínea hasta niveles semejantes a los que tenemos en la vigilia (en las fases no REM vuelven a descender). 

Los sueños que tenemos durante las etapas REM también son llamados Sueños Lúcidos porque parecen cuasi reales, y es más fácil recordarlos si nos despertamos en ese momento.

Los sueños no REM son más cortos, menos elaborados y se asemejan a los pensamientos. En esta categoría incluimos los Sueños Menores, que son como algunas sensaciones corporales, conversaciones extrañas o alucinaciones. Por eso algunos piensan que han tenido experiencias paranormales, pero no es cierto, y debemos aclarar que es sólo biología.
Cada una de estas fases o etapas del sueño está integrada por otras minifases, pero son más complejas.

Actualmente, científicos alemanes han descubierto, gracias al electroencefalograma (EEG), que se activan las mismas áreas en el cerebro durante el sueño que en la vigilia. Si soñamos que corremos, el cerebro activa las zonas que se encargan de correr. Con todos estos nuevos datos, ya es posible conocer el contenido de los sueños con enorme exactitud.

¿Por qué soñar es tan importante?
Todos conocemos la importancia de dormir, pero ¿lo sabemos de soñar?

Mucha gente afirma no soñar nunca. Sin embargo esto no es cierto, pues TODOS los animales con cerebro tenemos esta capacidad.

Dormir y soñar son cosas diferentes que ocurren al mismo tiempo y ambas son vitales, por lo que su privación provoca graves consecuencias a nuestra salud.
Mientras dormimos se regeneran las células que forman todos los tejidos de nuestro cuerpo. Sólo necesitamos unas tres o cuatro horas para dormir, es decir, para regenerar nuestros tejidos, pero no es suficiente para soñar. Para realizar las dos actividades correctamente, los humanos, necesitamos unas siete u ocho horas. 

No todos somos iguales (genéticamente), por lo que algunos precisan más de ocho horas y otros menos. Aún así, la gente que duerme menos de seis horas, con el tiempo, puede llegar a tener problemas psicológicos porque no sueña lo suficiente.

No dormir provoca consecuencias fatales, como la pérdida de concentración y de memoria, alucinaciones visuales (a partir de las 60 horas sin dormir) por la secreción de una hormona semejante al LSD e incluso la muerte (si no se duerme en 19 días). 

Esta es una de las peores torturas que existen, y los que han sido sometidos a ella afirman que es peor que el dolor físico. No soñar, aunque sí se duerma (si hay un fallo neuronal o se ha paralizado físicamente la zona del cerebro encargada del sueño), provoca trastornos semejantes como las alucinaciones visuales (a partir del segundo o tercer día) y la muerte, que llega en tres horribles meses.
Por tanto, si estas vivo, puedes estar seguros de que sueñas.

sábado, 8 de octubre de 2016

Breve historia del pesimismo

El conocimiento humano es la suma de muchos acontecimientos y el trabajo de hombres y mujeres. La evolución cultural entendida a partir de los descubrimientos, la ciencia y las actividades humanas tiene un espacio en EC= Pablo Boullosa.

jueves, 6 de octubre de 2016

¿Por qué se curó del VIH el “paciente de Berlín”?

Pese a la alarma desatada en nuestros días por enfermedades como el Ébola, el dengue, la Chikungunya, entre otras y en diversas partes del mundo, lo cierto es que el virus del VIH y el consecuente SIDA, sigue siendo una de las pandemias más graves y extendidas en nuestro planeta. 

De las millones de personas que se han contagiado desde su descubrimiento, hace más de 30 años, al parecer solo una ha logrado curarse completamente del virus, el conocido mundialmente como “paciente de Berlín”. ¿Cómo logró este hombre eliminar el virus de su cuerpo? Veamos algunos detalles.

La historia del “paciente de Berlín”
En 2007, en Alemania, Timothy Ray Brown fue sometido a un tratamiento contra la leucemia que padecía, la cual le estaba destruyendo los glóbulos blancos de su sistema sanguíneo. 

El paciente, también portador del VIH, se sometió primero a una radiación que pretendía matar las células cancerosas y las células madre de la médula ósea que le daban origen, y luego recibió un trasplante de médula de un donante sano, generando así nuevas células sanguíneas.

Después del tratamiento, no solo remitió la leucemia, sino que también decayeron de forma significativa los niveles del virus en sangre hasta ser indetectables hasta el día de hoy, hace ya 7 años, tiempo en que no ha tomado antirretroviral alguno. Por esta razón, aunque con ciertas reservas, se ha considerado al “paciente de Berlín” la primera persona curada del VIH.

¿Qué teorías tiene la ciencia al respecto?

Se han barajado tres teorías fundamentales para dar explicación a este caso único y extraño. En primer lugar, se cree que fue determinante el hecho de que el paciente recibió su trasplante de un donante que era portador de una rara mutación genética conocida como delta 32, que hace que las células T-CD4, blanco principal de la infección, sean resistentes a los virus. 

Esta mutación hace que estas células inmunológicas tengan alterado un receptor llamado CCR5, lo cual impide que el virus pueda entrar en ellas.

Otra hipótesis plantea que la radiación que recibió Brown para combatir la leucemia, pudo matar a casi todas las células que contenían VIH en el comienzo del tratamiento, y una tercera opción se concentra también en el trasplante, pero en otro efecto del mismo.

Esta última estima que las nuevas células inmunes, producidas por las células de la médula ósea trasplantadas, pudieron haber atacado a las células originales del paciente, algo que se conoce como “enfermedad de injerto contra huésped”. Esto pudo haber matado cualquier reservorio del virus que sobreviviera a la radiación.

Estudios con monos en busca de respuestas

Hoy en día los científicos buscan afanosamente cuál de estas opciones es la correcta, y en ese empeño, unos científicos de la Universidad de Emory, en Atlanta, han experimentado con monos infectados con VIHS, el equivalente al VIH en estos animales, en busca de respuestas.

Los monos fueron tratados con antirretrovirales y sometidos a una radiación tal y como ocurrió con Brown, y luego se les practicó el trasplante de médula, pero esta vez con células de su propia médula ósea. La radiación mató en ellos hasta un 99% de sus células T-CD4, pero pasado un tiempo con los niveles del virus indetectable, estos volvieron a subir rápidamente.

Los resultados apoyaron la idea de que la radiación puede reducir mucho los niveles de VIH, pero no tanto como para eliminarlos. Al no curarse y haber sido trasplantados con sus propias células medulares, se refuerza la idea de que la mutación y la enfermedad del injerto fueron determinantes en la cura del “paciente de Berlín”, y en ese sentido actualmente avanzan las investigaciones que pretenden encontrar por fin una cura a esta pandemia.


Alacrán cebollero

Si existe una criatura detestada por los jardineros, es, sin duda, el alacrán cebollero, conocido también con el nombre de grillotopo (de su nombre latino Gryllotalpa). 

El alacrán cebollero está emparentado con el grillo, de quien tiene el aspecto general y un cierto aire de familia. Sin embargo su cuerpo es mucho más alargado, con un abdomen muy voluminoso y blando. El tórax, cubierto de una pilosidad muy corta, ofrece un aspecto aterciopelado. 

Lo que distingue al alacrán cebollero de los demás insectos, es el desarrollo y la morfología particular de las patas anteriores, que se han modificado en verdaderas palas, ofreciendo por ello una cierta analogía con las del topo.

Perfectamente adaptado a la forma de vida subterránea, el alacrán cebollero excava galerías, formando una vasta red que constituye su territorio. Muy insociable, el alacrán cebollero vive solo, o como mucho, por parejas. 

Este extraño insecto permanece casi constantemente bajo tierra; sus galerías desembocan, sin embargo, en uno o varios orificios por los que el alacrán cebollero sale de noche para ir a mordisquear algún vegetal, o capturar insectos pequeños. 

En la época del celo, el macho se sitúa muy cerca de una abertura de su madriguera y se pone a cantar. Su canto se parece al del grillo, pero es más suave y, a veces, medio apagado. 

El alacrán cebollero come muchos gusanos blancos y otras larvas de insectos, lombrices, etc. Puede ocasionar serios daños en los cultivos de inundación seccionando las raíces de las plantas jóvenes. Existen unas cincuenta especies de alacranes cebolleros, distribuidas sobre todo por los países tropicales.

Grupo:Artrópodos
Clase: Insectos
Orden: Ortópteros
Familia: Grillotálpidos
Género y especie: Gryllotalpa grillotalpa (Alacrán cebollero)

miércoles, 5 de octubre de 2016

PHYLUM CELENTERADOS O CNIDARIOS

La mayoría son marinos y su distribución es cosmopolita. Son los más simples de todos los metazoarios. Poseen simetría radial. Tienen los cinco tejidos básicos: epitelial, muscular, nervioso, conectivo y reproductor. Son diblásticos, poseen una capa no germinal de material gelatinoso entre el endodermo y el ectodermo de nominada mesoglea. Poseen nematocistos (estructuras urticantes,) que les sirven de ataque y defensa. Poseen una red nerviosa a través de su cuerpo que los hace sensibles a los estímulos.

Presentan una cavidad con funciones digestivas conocida como celenterón con una boca por la cual ingresan los alimentos y se excretan los desechos y materiales digeribles.

IMPORTANCIA DE LOS CELENTERADOS O CNIDARIOS
Ecológica. En aguas tropicales y subtropicales los corales son formadores de islas. Los arrecifes de coral conforman el ecosistema marino con mayor biodiversidad sirviendo de hábitat y refugio para distintos tipos de organismos.

Médica. Los nematocistos de algunas medusas pueden causar ardor y hasta picaduras peligrosas.

Económica. El coral rojo se utiliza en joyería y otras especies se emplean para acuarios y adornos de jardines.