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lunes, 5 de septiembre de 2016

Inmunoterapia

La capacidad natural del sistema inmunitario para detectar y destruir células anormales podría prevenir la formación de muchos tipos de cáncer. No obstante, algunos cánceres logran evitar ser detectados y destruidos por el sistema inmunitario. Puede ser que produzcan señales que reducen la capacidad del sistema inmunitario de detectar y destruir las células tumorales, o es posible que tengan modificaciones que hagan más difícil que el sistema inmunitario los reconozca y los ataque. 

Las inmunoterapias son tratamientos que restauran o intensifican la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer. En apenas pocos años, el rápido avance de la disciplina de inmunología del cáncer ha producido varios métodos nuevos para tratar el cáncer que aumentan la potencia de las respuestas inmunitarias contra los tumores. 

Estas terapias estimulan las actividades de componentes específicos del sistema inmunitario o contrarrestan las señales producidas por las células cancerosas que suprimen las respuestas inmunitarias. La revista Science designó a la "inmunoterapia del cáncer" como la Revelación del Año 2013 en reconocimiento a los progresos logrados en esta área. 

Estos avances son el resultado de las investigaciones científicas básicas sobre el sistema inmunitario realizadas durante largo tiempo. Se están llevando a cabo investigaciones adicionales con el fin de: aumentar nuestros conocimientos sobre por qué la inmunoterapia funciona en algunos pacientes pero no en otros que tienen el mismo tipo de cáncer ampliar el uso de la inmunoterapia para tratar más tipos de cáncer entender mejor cómo usar las inmunoterapias en combinación con terapias dirigidas y otros tratamientos convencionales, como la quimioterapia y la radioterapia Moduladores que regulan la respuesta inmunitaria.

Un tipo de inmunoterapia consiste en bloquear la actividad de ciertas proteínas que limitan la potencia de las respuestas inmunitarias. En condiciones normales, estas proteínas mantienen la respuesta inmunitaria bajo control para prevenir una reacción demasiado fuerte que podría dañar las células normales al mismo tiempo que las anormales. 

En las células cancerosas, estas proteínas reguladoras pueden ser anormales y es posible que ayuden al tumor a evadir la respuesta inmunitaria. Bloquear una de estas proteínas reguladoras podría permitir que el sistema inmunitario quede habilitado de nuevo para destruir las células cancerosas. 

El primer modulador regulador de la respuesta inmunitaria que obtuvo la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) se denomina ipilimumab (Yervoy). Este medicamento de inmunoterapia es un anticuerpo monoclonal que bloquea la actividad de una proteína reguladora llamada CTLA4 y ha sido aprobado para tratar el melanoma avanzado. 

Terapia de células inmunitarias La transferencia celular adoptiva (ACT) es un tipo de inmunoterapia experimental. Uno de los métodos de ACT consiste en extraer las células T citotóxicas que han invadido el tumor del paciente, conocidas como linfocitos infiltrados en el tumor. Se seleccionan entonces las células con mayor actividad antitumoral, se cultivan grandes poblaciones de estas células en el laboratorio y se activan con citocinas. 

El siguiente paso es volver a administrar las células al paciente. La idea es que si bien los linfocitos infiltrados en el tumor tienen la capacidad de dirigirse a las células tumorales, tal vez no haya una cantidad suficiente para ejercer su efecto antitumoral. Si las células tumorales suprimen la actividad de los linfocitos infiltrados en el tumor, sería posible dominar esa supresión exponiendo al tumor a cantidades masivas de linfocitos infiltradores activados. 

En otro de los métodos de ACT, al que comúnmente se denomina terapia CAR, se extraen las células T de la sangre del paciente y se modifican a nivel genético para expresar proteínas híbridas llamadas receptores de antígeno híbrido (CAR) antes de expandirlas y administrárselas al paciente. Las proteínas CAR facilitan la unión de las células a unas proteínas específicas en la superficie de las células cancerosas, lo cual activa a las células T para atacarlas. Vacunas de tratamiento contra el cáncer.

El uso de vacunas para el tratamiento del cáncer, o vacunas terapéuticas, es otro enfoque de la inmunoterapia. Generalmente, estas vacunas se producen a partir de las células tumorales del propio paciente o de sustancias que se extraen de las células del tumor. Están diseñadas con el fin de tratar cánceres ya existentes mediante el fortalecimiento de las defensas naturales del organismo para combatir el cáncer. 

Las vacunas para el tratamiento pueden actuar de varias maneras: demoran o detienen el crecimiento de las células cancerosas causan la reducción del tumor previenen que el cáncer vuelva a formarse eliminan las células cancerosas que no han sido destruidas con otras formas de tratamiento.

La formulación de vacunas de tratamiento contra el cáncer eficaces requiere un conocimiento detallado de cómo interactúan las células del sistema inmunitario y las células cancerosas. Para ser eficaces, las vacunas de tratamiento contra el cáncer deben estimular respuestas inmunitarias específicas dirigidas al blanco correcto. 

Las respuestas inmunitarias también deben tener la potencia suficiente para traspasar las barreras que usan las células cancerosas para protegerse de los ataques de las células B y las células T citolíticas. Los avances recientes en el conocimiento de cómo las células cancerosas evitan el reconocimiento y el ataque del sistema inmunitario proporcionan a los investigadores la información necesaria para diseñar vacunas de tratamiento contra el cáncer que puedan lograr ambas metas. 

En 2010, la FDA aprobó la primera vacuna de tratamiento contra el cáncer, sipuleucel-T (Provenge), para su uso en algunos hombres con cáncer de próstata metastásico. Sustancias modificadoras de la respuesta inmunitaria. 

Existe aún otro tipo de inmunoterapia que usa sustancias modificadoras de la respuesta inmunitaria, tales como las citocinas, los anticuerpos y los factores de crecimiento, a fin de intensificar la respuesta inmunitaria del organismo para combatir el cáncer. Las citocinas son proteínas de señalización producidas por los glóbulos blancos de la sangre y ayudan a regular las respuestas inmunitarias. 

Hay dos tipos de citocinas que se usan para tratar a pacientes con cáncer: interferones e interleucinas. Doctor Steven A. Rosenberg. El doctor Steven A. Rosenberg, jefe de cirugía del Instituto Nacional del Cáncer, formuló las primeras inmunoterapias y terapias génicas eficaces para pacientes con cáncer avanzado. Las sustancias modificadoras de la respuesta inmunitaria pueden funcionar a través de diferentes mecanismos. Por ejemplo, un tipo de interferón intensifica en el paciente la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas porque activa ciertos glóbulos blancos, como los linfocitos citolíticos naturales y las células dendríticas. Avances recientes en el conocimiento de cómo las citocinas estimulan las células inmunitarias podrían facilitar la formulación de inmunoterapias y combinaciones de estas sustancias que resulten más eficaces. Investigaciones en el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) La investigación sobre la inmunoterapia en el NCI se realiza en todo el instituto y abarca desde los descubrimientos logrados por las ciencias básicas hasta las aplicaciones de la investigación clínica. 

El Centro para la Excelencia en Inmunología (Center of Excellence in Immunology, CEI) reúne a investigadores de todo el NCI y otros institutos de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) para fomentar el descubrimiento, la formulación y la administración de métodos de inmunoterapia con el fin de prevenir y tratar el cáncer y las enfermedades víricas relacionadas con el.

 cáncer.

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