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martes, 3 de febrero de 2015

Reconstruyen la evolución ocular final que dotó al Ser Humano de la visión en color

Enviado por Wendy Bernal

Se necesitaron muchas mutaciones genéticas en los pigmentos visuales, distribuidas a lo largo de millones de años, para que desde un mamífero primitivo con una vista que solo le permitía ver el mundo como un lugar borroso y de tonos muy limitados se pasase al Ser Humano cuyos ojos le permiten ver todos los colores del arco iris.

Ahora, después de más de dos décadas de laboriosa investigación, unos científicos han finalizado una detallada y completa reconstrucción de la evolución de la visión humana en color, centrada en el proceso de cómo nuestros ancestros distantes dejaron de poder ver la luz ultravioleta a cambio de distinguir el color azul y tonalidades similares.

El equipo de Shozo Yokoyama, de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, ha rastreado hasta 90 millones de años atrás la evolución del sistema visual que poseemos hoy los humanos y que deriva de versiones más antiguas que poseyeron nuestros ancestros no humanos. En la investigación, Yokoyama y sus colegas han clarificado estas vías moleculares a escala química, genética y funcional.

Alrededor de 90 millones de años atrás, nuestros ancestros mamíferos primitivos eran criaturas nocturnas y tenían visión sensible a la radiación ultravioleta y al color rojo, lo que les proporcionaba una visión dicromática del mundo. Hace unos 30 millones de años, nuestros antepasados ya habían desarrollado cuatro clases de genes de opsinas (proteínas clave de la maquinaria de la visión), lo que les dio la habilidad de ver todo el espectro en color de la luz visible, aunque dejando fuera a la luz ultravioleta.
  
Los investigadores se centraron en las siete mutaciones genéticas implicadas en la pérdida de la visión ultravioleta y en alcanzar la actual función de un pigmento sensible al color azul. Identificaron 5.040 posibles vías para los cambios en los aminoácidos que requería esa transformación genética. Hicieron experimentos para cada una de estas 5.040 posibilidades, y encontraron que cada uno de los siete cambios genéticos necesarios no tenía efecto por separado. Solo se pudo completar la vía evolutiva cuando varios de los cambios se combinaron en un orden en particular.

La investigación se ha presentado públicamente bajo el título “Epistatic Adaptive Evolution of Human Color Vision”, en la revista académica Plos Genetics.

1 comentario:

  1. ¿Y no será por el mecanismo para captar los diferentes tipos de moléculas, que producen la sensación visual, lo que provocó que estos mecanismos, se simplificaran? . Porque yo entiendo que los conos y bastones, hoy día, usan una substancia conocida como rodopsina, la cual sólo requiere la quiralidad de dicha molécula (un cambio de configuración estereoquímica específica, simple), al cual manda la sensación visual al cerebro; las plantas y sobretodo el foto plancton, enrarecieron la atmósfera primitiva de oxígeno, el cual fue el desencadenante del cambio de visión, pero la simplicidad, hizo que la evolución, buscara moléculas que cambiaran a dichos receptores; mientras que aquellos mecanismos que nos hacían sensibles a la radiación de onda, menor ó mayor que la luz visible; simplemente fueron deshechados. Si nuestros descendientes, continúan por al menos 100 mil años con radicaciones de aparatos como computadoras ó las radiaciones más intensas del cambio climático, es posible que tal vez nuestros ojos vuelvan a ser sensibles a las altas radiaciones

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