El análisis, que incluyó a casi 300 hombres y mujeres chinos que residen en una de las áreas más contaminadas de China, reveló que el consumo diario de media taza de una bebida hecha con brotes de brócoli produce una rápida y significativa excreción de benceno (carcinógeno humano) y acroleína (un irritante pulmonar).
En colaboración con colegas de varias instituciones estadounidenses y chinas, investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, utilizaron la bebida para proporcionar sulforafano, compuesto que ha demostrado tener propiedades preventivas contra el cáncer en estudios con animales.
La contaminación atmosférica es un problema complejo y omnipresente de salud pública. Para hacer frente a este problema integral, además de las soluciones de ingeniería para reducir las emisiones regionales de contaminación, tenemos que trasladar la ciencia básica en estrategias de protección individual a estas exposiciones. Este estudio apoya el desarrollo de estrategias basadas en la alimentación como parte de este conjunto esfuerzo de prevención”, comentó John Groopman, profesor de Salud Ambiental de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg y co-autor del estudio.
La contaminación del aire es un creciente problema de carácter mundial y produce hasta siete millones de muertes al año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En los últimos años, la contaminación del aire ha llegado altos niveles en muchas partes de China. El año pasado, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer clasificó la contaminación del aire y las partículas de la contaminación del aire como carcinógenas para los seres humanos.
Se ha encontrado que las dietas ricas en verduras, como el brócoli, reducen el riesgo de enfermedades crónicas degenerativas, como el cáncer. Los brotes de brócoli son una fuente de glucorafanina, generador de sulforafano que aumenta las enzimas que a su vez, mejoran la capacidad del cuerpo para borrar estos tipos de contaminantes.
El estudio de 12 semanas incluyó a 291 participantes que viven en una comunidad agrícola rural en la provincia de Jiangsu, China, a unos 50 kilómetros al norte de Shanghai, una de las regiones más altamente industrializadas de este país.
El equipo de investigación encontró que en los sujetos que tomaron la bebida de brotes de brócoli, la tasa de excreción del benceno cancerígeno aumentó en 61% a partir del primer día y durante todo el período de 12 semanas. Además, la tasa de excreción de la acroleína se incrementó en 23% durante todo el ensayo.
Análisis secundarios indicaron que el sulforafano puede estar ejerciendo protección mediante la activación de una molécula de señalización, NRF2, la cual eleva la capacidad de las células para adaptarse y sobrevivir a una amplia gama de toxinas ambientales. Esta estrategia también puede ser eficaz para algunos contaminantes en el agua y los alimentos.
Este estudio apunta a medios simples y seguros que pueden tomarse por los individuos para reducir posiblemente algunos de los riesgos para la salud asociados con la contaminación del aire a largo plazo”, indicó el Dr. Thomas Kensler, profesor de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg y también, co-autor del estudio a EurekAlert!
El ensayo clínico mostró una posible prevención para la reducción de las toxinas en el cuerpo después de la exposición a contaminantes inevitables que circulan en el aire. La mayoría de los ensayos clínicos implican tratamientos de enfermedades que ya se han presentado o avanzado en las etapas posteriores. Se prevé que se realicen más experimentos que evalúen las dosis y la frecuencia de esta bebida a base de brócoli en China.
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