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jueves, 3 de octubre de 2013

¿Cómo soporta el pájaro carpintero los impactos de su pico?

Enviado por ferchooo diaz
Los pájaros carpinteros golpean y taladran la madera con la fuerza de sus picos. Así se construyen sus nidos, extraen insectos de sus escondites en los troncos y se comunican entre ellos gracias a los sonidos que producen al golpear.

Pero ¿no le duele la cabeza después de golpear su pico contra los árboles miles de veces al día? ¿cómo soporta los impactos de su pico contra la madera sin resultar aturdido?

Este pequeño pájaro puede golpear su pico contra la dura madera durante todo el día sin dolor ni lesiones gracias a su peculiar anatomía.

Su pico forma una unidad con su cráneo que está ligeramente reforzado por su parte posterior y dispone de músculos que se tensan en contra del sentido de los golpes, absorbiendo de forma activa cada uno de los impactos.

Su pico no es totalmente recto, dispone de una ligera curvatura que evita su ruptura, consiguiendo además, transformar cada golpe en fuerza de empuje.

Su depurada técnica de martilleo mantiene la cabeza y el pico perfectamente alineados, de manera que el tejido esponjoso conectivo que separa el pico del cráneo absorbe eficientemente la fuerza de los impactos.

La disposición especial de su lengua también contribuye a minimizar el impacto. Tras dar un rodeo dentro del cráneo se liga a la parte superior de la cabeza, lo que hace que el músculo lingual trabaje como un tensor que ayuda a reducir el efecto del golpe.

Además de estos mecanismos de amortiguación encontramos una especial protección del cerebro. No hay que olvidar que el aturdimiento o pérdida del conocimiento por recibir un golpe en el cráneo se debe a que la masa cerebral oscila, lo que provoca que las neuronas vean alteradas sus funciones.

En el caso del pájaro carpintero el cerebro llena por completo la cavidad craneal, sin ningún fluido. Y así es imposible la oscilación. Y el eje del pico transcurre por el cráneo por debajo del cerebro, por lo que la fuerza de impacto no pasa por el cerebro, sino que pasa por debajo de él.

El pájaro carpintero propina de 15 a 18 golpes por segundo. Y mueve su pico a una velocidad superior a los 100 km/h.

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