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lunes, 31 de octubre de 2011

Las arañas nos vigilan


Que apropiado hablar de arañas un día como hoy, ¿verdad? Por cualquier sitio que vayamos, hoy que es Halloween, seguro que vemos alguna… pues cuidado porque, aunque sean de plástico, miles de ojos te vigilan.
Una nueva investigación, publicada en Journal of the Royal Society Interface, ha encontrado que las arañas sólo son superadas por las cucarachas cuando se trata de detectar vibraciones. Son capaces de detectar los movimientos y los cambios de flujo de aire, aunque sean casi indetectables son suficientes para la estimulación de la araña.
De hecho, todo el cuerpo de una araña está diseñado para detectar casi cualquier cosa o animal que pudiera cruzarse en su camino.
La araña tiene más de 3000 sensores de presión integrados por diferentes partes de su exoesqueleto, pero la mayoría de ellos se encuentran en las patas y órganos compuestos, como los receptores de vibración, cercanos a las articulaciones
Dice el co-autor Friedrich Barth, uno de los mayores expertos del mundo de las arañas.
Los sensores de las arañas consisten en diminutas aberturas de los órganos que reciben información sobre los movimientos locales.
Los científicos determinaron que la sensibilidad de dichas aberturas se encontraba a nivel nanométrico, disminuyendo gradualmente a medida que disminuye la longitud de la hendidura.
El equipo centró sus investigaciones en las hembras adultas de las grandes especies de América Central, como Cupiennius salei. Dado su tamaño e impresionante talento para la caza, es una especie favorita para este tipo de estudios.
Esta araña en particular no construye telarañas para atrapar a sus presas, sino que es una depredadora nocturna.
Nuestra araña recibe vibraciones a través de las hojas de las plantas, la fuente del estímulo es inducida dentro de un cierto rango significativo de frecuencias
Por lo tanto, las arañas pueden detectar la presencia de un humano u otro animal y a menos que nuestros movimientos se parezcan a los de los de la presa típica, lo probable es que la araña no ataque.
Con esta sensibilidad para detectar las vibraciones estarían perdiendo tiempo en búsquedas inútiles, si no fuera por su capacidad para ajustar la información sensorial.
Aunque el mundo de las arañas es asombroso e interensantísimo, esta investigación tiene como objetivo la mejora de la biosensores para uso en aplicaciones médicas, militares u otras posibles aplicaciones industriales.
Ya tienen una curiosidad que contar esta noche, a lo mejor conseguís un ligue ¿quién sabe?
¡Feliz Halloween y Día de Muertos!

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