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jueves, 20 de enero de 2011

Manatí

Llamado también vaca marina

Grotesco, deforme y feo, así es el manatí, una de las curiosidades del mundo de los mamíferos. El manatí es sin duda el más inofensivo de todos los grandes animales. Lo único que desea es vivir tranquilo y seguro.

Curiosamente adaptado a la vida acuática, no se parece ni a una foca, ni a un cetáceo y menos aún a un hipopótamo. Ningún otro animal tiene puntos afines con el manatí, cuyas dos especies forman -con su pariente marino el dugongo- un grupo distinto y aislado en el seno de los mamíferos.

Una de las particularidades más chocantes del manatí es que tienen los miembros posteriores soldados, formando una especie de timón horizonatal, como prolongación del cuerpo. Los cortos y delgaduchos miembros delanteros sólo le sirven de aletas natatorias y no le serían de ninguna utilidad en tierra firme. Un manatí arrojado a una playa queda tan desamparado como un delfín y no tiene ninguna posibilidad de huir. El manatí americano, que habita los grandes y tranquilos ríos de las regiones tropicales del nuevo mundo lleva una plácida existencia y pasa el día dormitando y ramoneando la vegetación acuática, ya que es esencialmente herbivoro. Su pariente, el manatí de Africa, tiene costumbres idénticas.

El manatí nada lentamente y bucea muy bien. Puede permanecer varios minutos bajo el agua, y a menudo duerme en el fondo del río. Aún no sabemos mucho de los hábitos del manatí, ya que es difícil de observar.

Grupo: Vertebrados
Clase: Mamíferos
Orden: Sirénidos
Familia: Triquéidos
Género y especie: Trichechus senegalensis (Manatí)

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